Hola de nuevo! Hoy como un dia cualquiera en el confinamiento, he reflexionado sobre los desayunos, ya que es una comida muy importante y con la cual he tenido una historia algo curiosa la cual voy a contaros.
Antes de todo os voy a explicar lo que yo desayunaba antes del encierro. En mi rutina, tenía unos 10/15 minutos para desayunar, bien. Taza de leche con colacao (el de siempre, eso de 0% o puro no lo conocí) y con cereales fitness, pero cuando te pones 4 cucharadas bien llenas, dejan de ser tan “fitness”. Y bien, así empezaba mi día, hasta las 11 no comía nada más, tal vez por eso devoraba mis bocadillos de almorzar…
Partiendo de eso, empezó el confinamiento y sustituí la leche con colacao por zumo de naranja, pensando que seria más sano ya que no quería cojer peso. Ahora sumemosle una gran rebanada de pan con aceite y sal. En total, unas 416 calorias aprox, 116 del zumo, y unas 300 de la tostada (era grande)
Al mes de estar encerrados, empezé a informarme sobre nutricion… y ZAS! golpe de realidad. Lo que yo veia como tan sano, si, lo era, por lo menos más que lo que desayunaba anteriormente, pero en ese zumo gastaba 2/3 naranjas, la tostada era un pan que a mi estomago le costaba digerir, y el aceite estaba en mucha cantidad, así que…cambié radicalmente.
Ahora, un desayuno mio esta compuesto por proteínas: un huevo a la plancha, es decir en la sarten con tapa, y le pongo gotas de agua para que no se pegue. 92 calorias. Carbohidratos: una rebanada de pan 100% integral, 73 calorias. Una pieza de fruta, en mi caso la naranja, 65 calorias. Grasas saludables: unto la tostada de pan integral con un poco de requesón, no mucho- 60 calorias. En total, mi nueva rutina completa de desayuno, 290 calorias!!
Y este ha sido el cambio radical de mis desayunos, si, necesitas unos 10 mins para realizarlo, pero la satisfacción es brutal. Una historia un tanto diferente en tiempos de confinamiento, gracias
